FUENTE : Extraido del periodico La Prensa de Bolivia - http://www.laprensa.com.bo/
Bolívar la sacó barata ayer en Trinidad, adonde el fútbol de la Liga volvió después de seis años. Real Mamoré no pudo ganarle (1-1), ni siquiera porque dispuso de dos penales a su favor que el arquero paraguayo Joel Zayas, en una gran tarde, se encargó de atajarlos.
Los “celestes” se libraron de su tercera derrota consecutiva (Cienciano, por la Libertadores, y Universitario, por la Liga, fueron sus verdugos la anterior semana) y aparte de haber tenido en Zayas a su salvador, colectivamente supieron resistir el haber jugado todo el segundo tiempo con un hombre menos, por la expulsión del zaguero Guatía cuando terminaba la primera parte.Real Mamoré dejó escapar una gran oportunidad para, en su primera aparición ante su público, sumar sus tres primeras unidades, y tuvo que conformarse con sólo una; por una parte, por no haber sacado provecho a las penas máximas; por otra, por sus fallas de definición en jugadas que su ataque generó sobre todo en el primer tiempo.En esa etapa, los primeros 15 minutos fueron de un juego equilibrado. Pero de ahí en más, Real Mamoré tomó las riendas y atacó con insistencia. Gualeve, Cerda y Reynaldo fueron los más persistentes y los que más sofocones ocasionaron a la defensa de Bolívar, que por su parte no se mostró muy segura.
Cuando el reloj marcaba el primer cuarto de hora, Zayas protagonizó la primera gran atajada, a remate de Gualeve, y después le acompañó la fortuna, porque Reynaldo estrelló su disparo final en el travesaño.Poco después, el arquero volvió a tener una lucida intervención, pero acto seguido, Leonel Reyes cometió una clara falta, que el árbitro Hebert Aguilera sancionó con penal.
El goleador Christian Reynaldo tomó a su cargo la ejecución, Zayas adivinó la dirección y ahogó el primer grito del gol de los benianos.Reynaldo iba a tener su revancha a los 31 minutos, cuando hizo lo que mejor sabe: se elevó y conectó de cabeza un centro desde la derecha, haciendo imposible la reacción del golero paraguayo.La “Academia” se salvó un par de veces más antes de llegar al empate. En el minuto 40, Sillero mandó la pelota al corazón del área, y Saucedo aprovechó de cabeza para vencer a Padilla y establecer el 1-1 que a la postre sería el resultado definitivo.Un minuto después, Zayas cometió una evidente infracción contra Cerda, y Aguilera no dudó en cobrar el segundo penal de la tarde. A los 43’ lo ejecutó Gualeve, pero su mal disparo fue contenido por Zayas sin gran esfuerzo.
Las dificultades no se acabaron para Bolívar, porque en el segundo minuto de adición el referí expulsó a Guatía, lo que para el segundo tiempo pudo ser un detalle determinante.No lo fue, pues a sabiendas de que jugaba con uno menos, la “Academia” jugó el complemento a tratar de manejar el balón, a tenerlo lejos de su arco y a aplicarse en el contragolpe, a ver si por esa vía podía sorprender.Real Mamoré, contrariamente a lo que se esperaba, jugó menos que en el primer tiempo, se sintió atado por la marca que ejerció su rival y generó pocas situaciones de gol, sin anotar ninguna, en parte también porque Zayas volvió a interponerse un par de veces.
El tiempo se extinguió y Bolívar se salió con la suya, la de al menos no haber perdido, aunque en sus planes previos estaba una victoria. Peor es nada.No dirán lo mismo los de Real Mamoré, que dejaron escapar una tremenda opción no sólo para ganar a uno de los más pintados, sino para hacerlo con gran comodidad.A próposito de dos penalesEl año pasado (19 de agosto) el referí Óscar Maldonado sancionó dos penales que favorecieron a un mismo equipo, The Strongest, que ese día recibió a Destroyers. Pedro Higa, entonces golero “canario”, no pudo tapar los disparos de Jaime Cardozo y Rubén Aguilera, y el “Tigre” se impuso 2-1.
Casi siete meses después, otro árbitro, Hebert Aguilera, cobró dos penas máximas en un mismo partido y a favor de un mismo equipo. Pero ayer, en Trinidad, Real Mamoré los desperdició ambos, pues ni Reynaldo ni Gualeve pudieron vencer a Zayas, el héroe de la jornada.Hace casi cuatro años, el 13 de julio de 2003, el árbitro Pedro Saucedo sancionó dos penales en el clásico valluno. Uno favoreció a Aurora y otro a Wilstermann. En esa ocasión ninguno fue convertido porque los arqueros estuvieron acertados y el cotejo terminó cero a cero.
El árbitroHebert Aguilera sancionó dos penales y no se equivocó; quizás exageró un poco cuando expulsó a Guatía, pero estuvo cerca de la acción como para tener una imagen precisa de la falta. En el segundo tiempo no se animó a cobrar un tercer penal, por falta evidente contra Reynaldo, y su calificación se cayó.Mirada celeste
SEGUNDO EMPATEBolívar empató en Trinidad por segunda vez. La primera fue en 1992 con Real Beni. Ayer jugó por sexta vez en la capital de Beni, donde ganó dos veces y perdió otras dos.
CASI LLENOEl coqueto estadio Gran Mamoré fue escenario ayer por primera vez de un partido de la Liga y recibió en sus graderías, pintadas de verde y blanco, a unos 14 mil espectadores.
“AUTONOMÍA”No es ni el primer ni el último escenario, de la zona oriental, que es usado para fines políticos. En el círculo central del terreno de juego fue escrita, con grandes caracteres, la palabra “autonomía”.
A pesar de que la Liga prohíbe este tipo de manifestaciones.
EL TURBIÓN RIBEREÑOEse denominativo le ha dado el periodismo y la afición trinitaria a su representante Real Mamoré. “Pretendemos que los rivales vengan y se ahoguen, que el equipo local se lleve por delante al adversario”, explicaron los seguidores del cuadro trinitario.
BIEN POR PRATELLa única organización radial que transmitió las incidencias del partido de ayer para La Paz fue la cadena Pratel, por las ondas de Radio Cadena Nacional. Su director, Juan Carlos Costas, viajó hasta la capital beniana y tuvo a su cargo el relato del partido número 67 de la Liga disputado en suelo beniano. Muchos datos que se publican en estas páginas son gracias a su gentileza y la del programa.
ANTIDOPAJEFueron sorteados para depositar la muestra, al cabo del partido, los jugadores Luis Reyes y Henry Bazán, de Real Mamoré, y Carlos Tordoya y Carlos Camacho, de Bolívar.
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