Bolívar empata sorprendentemente con uno de los equipos que pelea el descenso de categoria en los último puestos.
Los experimentos que hasta ahora propuso el Director Técnico Nestor Clausen dan como resultado otra decepción en la parcialidad celeste que se fué del estadio con mucha bronca despues del paupérrimo espectaculo ofrecido por el plantel.
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No pudo con Real Mamoré, que estuvo cerca de llevarse un triunfo histórico. Los resultados del interior continúan ayudando a la Academia, que ayer no fue un dechado de virtudes ante un rival con menor propuesta futbolística.
Bolívar salvó un punto, pero perdió dos. Si bien sus opciones en el Clausura están intactas, ayer dejó pasar una muy buena oportunidad de estar más arriba en la tabla de posiciones. El 2-2 del estadio Hernando Siles refleja lo difícil que se le hizo el juego a la Academia.
Para el visitante, el punto es de oro, pues cada partido es una final en su lucha por evitar el descenso de categoría.
Una buena disposición táctica del Turbión puso en aprietos a la Academia. El equipo trinitario colocó una línea de cuatro en el fondo, la que desbarató los intentos de ataque del celeste, que una vez más careció de un conductor o un cerebro que pueda generar juego con posibilidades de llegada al arco adversario.
El dueño de casa, sin embargo, comenzó con las mejores intenciones de hacer valer esa condición, además de estar presionado a ganar el juego para mantener posibilidades de campeonar.
Fue así que en una de las primeras acciones, Álex da Rosa exigió a una buena intervención del paraguayo Lugo, quien estuvo en la custodia de la portería trinitaria ante la ausencia de Lanz por acumulación de tarjetas amarillas.
Acto seguido, fueron Valdeir, Abdón Reyes y Ferreira los que llegaron a territorio adversario, aunque sin fortuna en la definición.
Comenzaron a partir de ese momento a sobresalir Arias, Vaca y Peña en la zaga visitante, cerrando las pretendidas acciones ofensivas de los celestes y equilibrando el partido.
No sólo eso, sino que cuando se animó a salir Real Mamoré, desnudó algunos errores defensivos donde Ovando y Valverde tuvieron dificultades, tan es así que Maraude y Palavicini desaprovecharon oportunidades y Quiñones tuvo dos soberbias intervenciones ante remates de Maturana y Palavicini.
El partido, que se hizo equilibrado, tuvo sin embargo un ligero dominio de Bolívar en la posesión del balón, aunque con muy poca profundidad, salvo un remate de Ferreira hacia el final del primer tiempo, que salió desviado.
Hasta ahí la visita hacía su negocio, jugando con concentración y muy aplicado en todas sus líneas.
En la etapa complementaria, Bolívar entró apurado, pues era el llamado a llevarse las unidades.
Álex, de zurda; Zé Carlos, Ferreira y Abdón Reyes generaron acciones rápidas que no pudieron culminarlas, hasta que en el minuto siete, un balón en el área grande no pudo ser contenido por Lugo, que cometió una gruesa distracción, del error sacó provecho Zé Carlos, que le robó la pelota y con arco a disposición anotó el gol de la apertura.
Un minuto duró la celebración celeste, pues en la réplica vino un centro de Maraude ante una defensa abierta, y apareció Palavicini para marcar la igualdad.
El juego entró en un forcejo, con Bolívar que quería, pero no podía, ya que ni siquiera el ingreso de Pachi y Ríos contribuyó a clarificar el juego y generar acciones ofensivas de peligro.
Con los celestes tratando de generar cargas y buscarse espacios, descuidaron la defensa y, en otra llegada de Real Mamoré, a los 13 minutos, encontraron mal parada a esa última línea y fue Maraude, con arco a disposición, que la mandó mansamente al fondo, provocando un verdadero balde de agua fría en el estadio.
Con desorden y mucho deseo de revertir la cuenta, reaccionó Bolívar, pero encontró una bien plantada línea defensiva visitante, que cerraba todos los caminos a los intentos celestes, hasta que se cometió una falta a 20 metros del pórtico de Lugo, cuyo servicio fue cobrado por Ferreira, cuyo tiro libre a los 38 minutos dejó parado a Lugo y la pelota se incrustó en el ángulo superior derecho del portero trinitario.
De ahí en más, apuró el juego el local, pero ya no le quedó tiempo pese a los cinco de adición, porque se aplicó en la marca Real Mamoré y mantuvo el punto de oro que logró en La Paz hasta el final del juego.
Bolívar salvó un punto y Real Mamoré —a quien tal vez le faltó mayor ambición para llevarse tres— se hizo de una unidad que puede resultar muy valiosa en esa su lucha con Wilstermann por permanecer en la categoría.
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