En un desorientado partido Bolivar pudo quedarse con los tres puntos, poniendo en cancha corazón para retener un partido que se ponia cuesta arriba.
La hinchada celeste no podía creer lo que sus ojos veían, los abrazos se multiplicaban en el área orureña, los brazos en alto marcaban una sensación extrema, implorando una explicación a lo complicado que para su equipo fue marcar goles.
El partido terminaba y Ramos quien no había aportado nada para resolver, excepto un par de piscinazos y forcejeos sin ton ni son, disparó en medio del todo y la nada para transformarse en el héroe de la tarde, qué ironías de la vida.
VIVA BOLIVAR TODA LA VIDA !!!
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